Desinsectación

Es común usar el término fumigar para referirse a controlar plagas en forma general.

Pero la fumigación, es cuando se realizan tratamientos de desinsectación utilizando fumigantes (productos insecticidas en formulación gaseosa o comprimidos que liberan gas).

El programa para el control de plagas, debe considerar la interrupción oportuna del ciclo biológico de la plaga. De tal forma que los insectos en estado adulto con capacidad de reproducción disminuyen gradualmente hasta lograr el control de éstas.

El monitoreo es una parte fundamental del proceso y trabajo en conjunto por parte del cliente, llevando a la acción las recomendaciones dadas.

Establecer un tiempo para este tratamiento dependerá de muchos factores, deberá realizarse una inspección profunda y minuciosa, se identificará el tipo de plaga, el grado de infestación y sitios a tratar para estimar el tiempo que llevará a cabo el trabajo.

Lo que se debe considerar es que la aplicación de plaguicidas no se hace de acuerdo a un calendario predeterminado, sino sólo cuando y dónde la inspección y el monitoreo han determinado la presencia de la plaga.

El control de esta plaga está directamente relacionado al grado de infestación que exista. Acompañado con prácticas sanitarias correctas y un programa que combine varios métodos de control, los resultados esperados pueden observarse a partir de la segunda o tercera semana después del primer tratamiento.

Existe una variedad de geles/cebos, los principales ingredientes activos son: fipronil, hidrametilnona, abamectina y  ácido bórico, entre otros. En términos generales todos los geles tienen altos niveles de control y aceptación por parte de la plaga. Pero, para mejorar la eficacia de estos se debe tener en cuenta dónde colocarlos y esto a su vez está relacionado con la especie objetivo a controlar.